La Verdad sobre el Bautismo En Agua
INTRODUCCIÓN:
Cada individuo que viene a Jesús siendo atraído por el Espíritu,
querrá ser bautizado. Y en efecto, para obtener la salvación completa
es necesario ser bautizado en el nombre del Señor Jesucristo para la
remisión de los pecados (Hechos 2:38). Jesús ordenó el
bautismo (Mateo 28:19) y dijo, "Si me amáis, guardad mis mandamientos
(Juan 14:15).
Sin embargo, antes del bautismo el candidato debe haberse arrepentido por completo
y creer con todo su corazón que Jesús es el Cristo, el Hijo de
Dios (Hechos 2:38; 8:37). El hecho de ser sumergido en agua en el nombre de
Jesús no traerá en si la remisión de pecados. El arrepentimiento
y el bautismo en el nombre de Jesús son requeridos. Un pecador que no
tiene la intención de volverse de su vida de pecado no podrá beneficiarse
con el acto del bautismo.
No es hasta que el pecador se arrepiente por completo y cree que Dios le ha
perdonado, que él debería someterse al bautismo en el nombre de
Jesús, por un ministro debidamente autorizado. Sin embargo, la omisión
de hacer esto cuando él reúne estos requisitos, hará que
desobedezca al Evangelio de Cristo y le impedirá su desarrollo espiritual.
EL PROPOSITO DEL BAUTISMO:
El bautismo es un acto de obediencia a Dios por una persona que cree en el Evangelio
del Señor Jesucristo. La obediencia es para recibir remisión de
pecados (Hechos 2:38). En respuesta a una buena conciencia ante Dios el bautismo
ahora también nos salva a través del poder de la resurrección
de Jesucristo (I Pedro 3: 21). El bautismo es un tipo de ponerse o ser vestido
de Cristo (Gálatas 3:27).
Por el bautismo un creyente expresa el divorcio de su anterior vida pecaminosa
y se identifica a si mismo como uno que desea vivir una nueva vida para Jesús.
Su vida pasada de pecado es realmente enterrada con Cristo en el bautismo (Romanos
6:4).
LA MANERA CORRECTA DEL BAUTISMO:
Derramar, rocear e inmersión son modalidades o maneras de bautizar practicadas
actualmente. Efesios 4:5 dice, "Un Señor, una fe, UN bautismo. Este
sería el único empleado por Jesús y Sus discípulos.
Dos referencias bíblicas nos revelan cual es ese modo. "Y Jesús,
después que fue bautizado, subió luego del agua . . ." (Mateo
3:16). Hechos 8:38-39, en referencia a Felipe bautizando al eunuco dice, "...
y como subieron del agua..." "Subió del" y "subieron
del" implican claramente que el bautismo es administrado propiamente por
inmersión en agua. Pablo al referirse al bautismo como sepultura en Cristo
(Romanos 6:4) respalda esta posición. Estudios hechos en la palabra griega
"Baptizo," de la cual viene "bautismo," nos dan pruebas
concluyentes de que la inmersión en agua es el modo apropiado. "Baptizo"
significa: sumergir, zambullir, o sumir.
LA FORMULA BÍBLICA PARA EL BAUTISMO:
Jesús ordenó a Sus once Apóstoles en Mateo 28:19, a bautizar.
"Portante, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolas
. . ." El habló a los hombres cuyo entendimiento estaba abierto
a las escrituras (Lucas 24:45). Obviamente, Sus palabras cautivaron a ios oyentes.
Ellos fueron testigos de Su muerte, sepultura y resurrección. Pronto
serían testigos de Su ascensión. Ellos sabían que El poseía
las palabras de vida eterna, las cuales no olvidarían.
El les instruyó previamente, "Si me amáis, guardad mis mandamientos"
(Juan 14:15). Tomás, el incrédulo, luego de ver las marcas de
los clavos en Sus manos y la herida en Su costado, había hecho la confesión,
"Señor mío, y Dios mío" (Juan 20:28). Los discípulos
sabían que El era Dios manifestado en la carne, ellos le amaban y no
le fallarían en guardar este mandamiento.
En el grandioso día de Pentecostés, registrado en Hechos, capítulo
dos, leemos por la primera vez que ellos obedecieron el mandato de bautizar.
Todos habían sido llenos con el Espíritu Santo de Dios y hablaron
en otras lenguas según el Espíritu les daba que hablasen (Hechos
2:4). Pedro se puso de pie con los once y predicó un mensaje de Jesús,
el Cristo y de Su crucifixión. Judíos y prosélitos que
se reunieron en Jerusalén para la Fiesta de Pentecostés, cambiaron
de ser burladores a preguntones. Compungidos de corazón por el mensaje
de Pedro, ellos preguntaron que debían hacer para ser salvos. Pedro,
el orador indicado, debido al hecho que Jesús le dio las llaves del reino
de los cielos (Mateo 16:19), emitió esta respuesta, "Arrepentios,
y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón
de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo (el Espíritu
de Dios que los Apóstoles recibieron)."
Pedro ejercitó su autoridad recibida de Dios. Los otros once Apóstoles
permanecieron en un acuerdo silencioso con él. La gente era receptiva,
"Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se
añadieron aquel día como tres mil personas" (Hechos 2:41).
A primera vista esto parece una contradicción de lo que Jesús
les mandó en Mateo 28:19 en cuanto a la fórmula para el bautismo
(palabras dichas al momento de bautizarse una persona). Sabiendo que todas las
escrituras son inspiradas por Dios (II Timoteo 3:16) y por lo tanto no puede
haber contradicción en ellas, debemos analizar estos dos versículos
con más cui
dado. Al hacer esto encontraremos que Hechos 2:38 no es una contradicción
sino que es la aplicación de Mateo 28:19.
Primeramente, observemos lo que el Señor Jesús ordenó,"...
bautizándolos en EL NOMBRE del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo." El mandamiento es bautizar en EL NOMBRE (singular) del Padre, y
del Hijo, y del Espíritu Santo. En la respuesta de Pedro en cuanto a
lo que debían hacer, él dijo, ". . . bautícese cada
uno en EL NOMBRE de Jesucristo . .." Para que estos concuerden y como ambos
están contenidos en la Palabra de Dios, tienen que concordar, el NOMBRE
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo debe ser
EL NOMBRE de JESUCRISTO.
La Escritura confirma esto. "Y dará a luz un hijo, y llamarás
su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados"
(Mateo 1:21). Mateo 1:25 agrega, "... y le puso por nombre JESÚS."
El Hijo, mencionado en Mateo 28:19 concebido por la virgen María por
obra del Espíritu Santo, recibió el nombre JESÚS. El mismo
Jesús dice, "Yo he venido en nombre de mi Padre ..." (Juan
5:43). Jesús heredó el nombre de Su Padre, tal como tú
y yo lo heredamos de nuestros padres (Hebreos 1:4). El Espíritu Santo
viene en el mismo nombre, tal como Jesús habla en Juan 14:26, "Más
el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en
mi nombre . . ." EL NOMBRE del Padre es Jesús, el NOMBRE del Hijo
es Jesús, y EL NOMBRE del Espíritu Santo es Jesús.
La Palabra de Dios nuevamente demuestra que es la verdad; no hay contradicción.
Padre, Hijo y Espíritu Santo son títulos de un Dios cuyo nombre
es Jesús. Por eso Pedro dio la fórmula que dio, y los demás
Apóstoles estaban de acuerdo con él.
Así, en el día de Pentecostés tres mil almas tomaron el
nombre de Jesús en el bautismo. El nombre que Pedro declaró en
Hechos 4:12 fue el único nombre bajo el cielo, dado a los hombres en
que podemos ser salvos. Felipe invocó el mismo nombre al bautizar a los
Samaritanos en Hechos 8,".. . solamente habían sido bautizados en
el nombre de Jesús." Pedro continuó el modelo en Hechos 10:48.
El mandó a Cornelio y los de su casa (todos gentiles) quienes ya habían
recibido el Espíritu Santo, que sean bautizados en el nombre del Señor
Jesús. La palabra "mandó" tiene un significado especial
aquí considerando que fue dada a un oficial del ejército italiano.
Para él, desobedecer a una orden significaba graves consecuencias.
En Hechos 19:1-7 leemos de los doce hombres en Efesio que carecían del
don del Espíritu Santo. Al saber que ellos no habían recibido
el Espíritu Santo, Pablo inmediatamente les preguntó en qué
fueron bautizados. Como ellos fueron bautizados bajo el bautismo de Juan el
Bautista, un bautismo de arrepentimiento, Pablo les explicó que tenían
que creer en Aquel que vino después de Juan, Jesucristo. Cuando oyeron
esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Luego Pablo
impuso sus manos sobre ellos y recibieron el Espíritu Santo. Esta narración
bíblica representa dos puntos importantes acerca del bautismo: (1) Si
una persona no ha recibido el Espíritu Santo, puede ser que sea porque
aún no se ha bautizado en el nombre de Jesús; (2) Si una persona
había sido previamente bautizada pero no en el nombre de Jesús,
Pablo le bautizó de nuevo en el nombre de Jesús.
Pablo era un creyente firme en el nombre de Jesús. El conoció
el nombre del Señor en una experiencia inolvidable que aconteció
en su vida en el camino a Damasco. "Mas yendo por el camino, aconteció
que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor
de luz del cielo; y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía:
Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? El dijo: ¿Quién
eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús a quien tú persigues
..." (Hechos 9:3-5). Pablo, antes un perseguidor de los cristianos, llegó
a ser un cristiano. El habla de invocar el nombre del Señor en su propio
bautismo, en Hechos 22:16.
Algunas otras referencias expresando que la fórmula para el bautismo
sea en el nombre del Señor Jesús son: ". . . bautizados en
Cristo Jesús . . ." (Romanos 6:3); ". . . mas ya habéis
sido lavados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor
Jesús" (I Corintios 6:11); "Y todo lo que hacéis, sea
de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús,
dando gracias a Dios Padre por medio de él." (Colosenses 3:17).
Libros de referencia más amplios afirman el hecho que la iglesia primitiva
usó la forma "en el nombre del Señor Jesucristo" como
su fórmula para el bautismo. "La forma original de las palabras
fueron 'en el nombre de Jesucristo o Señor Jesús.' El bautismo
en la trinidad fue desarrollada más tarde," Diccionario de la Biblia
por Scribners, página 241, vol. 1. "La iglesia primitiva siempre
bautizó en el nombre del Señor Jesús hasta el desarrollo
de la trinidad." Enciclopedia por Canney, página 53. La doctrina
de la trinidad fue adoptada oficialmente por la Iglesia Católica en el
año 325 D.C., aproximadamente 300 años después del nacimiento
de la iglesia.
CONCLUSIÓN
Jesús ordenó el bautismo. Los discípulos y la Iglesia primitiva
obedecieron Su mandato y lo mandaron a otros. La Santa Biblia, entregada a nosotros
por la mano del Señor, lo ordena. Por lo tanto, es la responsabilidad
de cada individuo que busca la completa salvación que sea bautizado,
usando la fórmula y modo bíblicos apropiados.
La Biblia no contiene el registro de alguien que haya sido bautizado en otra
manera que por inmersión en agua (modo), en el nombre del Señor
Jesús (fórmula). Por lo tanto, nosotros concluímos que
bautizar en los títulos, usando las palabras "en el nombre del Padre,
y del Hijo, y del Espíritu Santo" es una tradición instituida
por los hombres. El mandato de Jesús en Mateo 28:19 no es obedecida por
usar los títulos; es únicamente repetida. Pedro y los demás
Apóstoles obedecieron a Dios en el día de Pentecostés,
al declarar que el bautismo debía ser administrado en el nombre de Jesús.
La salvación viene únicamente por la gracia de Dios. Es sólo
por su gracia, que nosotros podemos arrepentimos y ser bautizados en el nombre
de Jesús para la remisión de nuestros pecados. Es nuestro privilegio
y nuestro honor ser sepultados con Cristo en el bautismo en respuesta a una
buena conciencia hacia Dios. Por nuestra obediencia al bautismo en el nombre
de Jesús, recibimos la promesa del don del Espíritu Santo. Todos
los que se han arrepentido deberían bautizarse en el nombre de Jesús,
aún si ya han recibido el Espíritu Santo (Hechos 10:44-48). Dios
lo ordenó así. Cada creyente verdadero hará lo posible
de obedecer los mandatos de Dios. No permitirá que nada le impida hacerlo.