Salvación
del Nuevo Testamento
Hechos 2:38
El tema de la salvación debe ser de mucho interés
para todo el mundo, especialmente a los cristianos profesos y a los que aman
al Señor.
En la Palabra de Dios, la Santa Biblia, hay tanto que muchos no conocen, y hay
cosas que no creen. El Espíritu de Dios vino para guiarnos a toda verdad,
pero, para algunos, es difícil recibir una nueva verdad, especialmente
a los que han tenido una buena experiencia cristiana. Tenemos temor de cualquier
cosa que no haya sido enseñada en nuestra propia denominación,
y estamos listos para Mamarla herejía, enseñanza falsa, o fanatismo
sin tomar tiempo para examinarla para ver si en verdad se encuentra en la Biblia
o no. Saulo de Tarso creía que estaba haciendo servicio a Dios cuando
perseguía y encarcelaba a los Cristianos, pero después que Jesús
se reveló a él y le habló, fue transformado maravillosamente.
Más tarde declaró, "que según el Camino que ellos
llaman herejía, así sirvo al Dios de mis padres" (Hechos
24:14).
La Enseñanza Apostólica
¿Se ha comparado Ud. la religión de hoy en día con la de
los apóstoles? Ellos bautizaban (por inmersión) a todos los creyentes
nuevos en el Nombre de Jesucristo (no en los títulos Padre, Hijo y Espíritu
Santo). Recibían el bautismo del Espíritu Santo y hablaban en
otras lenguas. Ellos creían y practicaban sanidad divina. Estas cosas
son llamadas fanatismo por muchas iglesias modernas. ¿Quién tiene
razón - la Biblia o las iglesias modernas? "JESUCRISTO es el mismo
ayer, hoy, y por los siglos" (Hebreos 13:8). Hay "un Señor,
una fe, un bautismo" (Efesios 4:5).
Muchas personas han heredado sus creencias religiosas de sus padres, y muchos
de ellos nunca han tomado el tiempo para examinarlas a la luz de nuestra única
guía, la Biblia. También hay muchos "ciegos guías
de ciegos" (Mateo 15:14), que nunca han nacido de nuevo, y por eso no pueden
interpretar correctamente las verdades de la Biblia. "Pero el hombre natural
no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, - porque se han de
discernir espiritualmente" (I Corintios 2:14).
Jesucristo, por medio de Su muerte, compró para nosotros una salvación
mucho más grande que la que la mayoría de los llamados Cristianos
conocen hoy en día. Mucha gente piensa que el arrepentimiento y el vivir
lo mejor que se pueda es todo lo que hay en la salvación. Pablo dijo
en Romanos 11:33, "¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría
y de la ciencia de DIOS! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables
sus caminos!" Dios desea darnos la justicia, paz y gozo en el Espíritu
Santo (Romanos 14:17), y al recibir el Espíritu Santo, encontramos una
experiencia definida, con evidencia definitiva y sobrenatural. Pedro y los judíos
con él percibieron que los de la casa de Cornelio habían recibido
el Espíritu Santo "porque los oían que hablaban en lenguas,
y que magnificaban a DIOS" (Hechos 10:46), y debemos esperar la misma evidencia
hoy en día. Por no haber insistido en esa evidencia muchos han sido engañados
en creer tener una experiencia que en realidad no poseen. Por esa razón
hay mucha falta de vida en muchas iglesias y una falta de realidad en la vida
de los que profesan ser cristianos.
En el día de Pentecostés cuando la Iglesia fue inaugurada, el
Espíritu Santo llenó a cada uno de aquellos que estaban esperando,
y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les
daba que hablasen. (Hechos 2:4). Pedro explicó, "Mas esto es lo
dicho por el profeta Joel: Y en los postreros días, dice Dios, derramaré
de mi Espíritu sobre toda carne" (Hechos 2:16,17). Si Dios obró
así en los días de los apóstoles, ¿cómo se
atreven hombres (aún predicadores), a llamar la misma experiencia hoy
en día obra del diablo? Si uno no entienda alguna cosa, debe tomarse
el tiempo necesario para examinar y ver si la cosa en verdad es Bíblica,
para no ser tal vez hallado resistiendo a Dios, y El tendrá que decir,
como dijo a Saulo de Tarso: "Dura cosa te es dar coces contra el aguijón"
(Hechos 9:5).
En el día de Pentecostés, cuando Pedro les predicó aquel
sermón maravilloso, el Espíritu Santo compungió los corazones
con convicción y preguntaron: "Varones hermanos, ¿qué
haremos?" (Hechos 2:37). Pedro les dio el único método para
recibir la salvación hallado en el Nuevo Testamento: "Arrepentios,
y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón
de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo" (Hechos
2:38).
¡Cuán horriblemente ese método ha sido cambiado y torcido
hoy en día! Naturalmente así no podemos recibir el mismo resultado
que los apóstoles recibieron. Nuestra salvación - para poder resistir
la prueba de estos últimos días tiene que ser "Edificados
sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal
piedra del ángulo Jesucristo mismo" (Efesios 2:20). Pablo declaró,
"Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio.....sea
anatema" (Gálatas 1:8).
La mayoría de las iglesias tienen solamente una porción de la
verdad y por lo tanto reciben solamente una medida de bendición; pero
Dios ha provisto una salvación abundante para la persona entera - espíritu,
alma y cuerpo. La mayor parte de las verdades profundas hoy en día son
llamadas herejías, o se nos dicen que esas cosas eran únicamente
para los apóstoles. Pero Dios no tiene acepción de personas. El
quiere hacer por nosotros lo mismo que hizo por los apóstoles bajo las
mismas condiciones.
Arrepentimiento, Bautismo, y el Espíritu
Santo
Primero, tenemos que arrepentimos, apartarnos de todo pecado y acercarnos a
Dios con fe. Debemos confesar nuestros pecados a Dios, porque la tristeza que
es según Dios produce arrepentimiento.
Segundo, tenemos que ser bautizados (por inmersión) en el Nombre de Jesucristo.
En Mateo 28:19 Jesús mandó a Sus discípulos bautizar en
el Nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo. El no dijo en los títulos.
La Biblia tendría grande contradicción si este mandamiento literalmente
quisiera decir título del Padre, Hijo y Espíritu Santo, porque
los discípulos bautizaron solamente en el Nombre de Jesucristo. (Véase
Hechos 2:38; 8:16; 10:48; 19:5; 22:16). Jesús dijo que bautizara en el
nombre (en singular) del Padre, Hijo y Espíritu Santo. Estos títulos
no pueden ser el nombre de Dios, sino términos que describen las diferentes
relaciones de Dios con la humanidad.
Estas tres funciones de Dios son reveladas a nosotros en el nombre de Jesús.
El nombre del hijo es Jesús (Mateo 1:21). Además, Jesús
dijo, "Yo he venido en nombre de mi Padre" (Juan 5:43), y que El enviaría
el Espíritu Santo en su nombre (Juan 14:26). El nombre salvador de Dios
es Jesús, que quiere decir JHVH-Salvador. Jesús es el verdadero
Dios del Antiguo Testamento, manifestado en carne como nuestro Salvador. "Porque
no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos"
(Hechos 4:12). "Y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el
perdón de pecados" (Lucas 24:47). En Jesús habita corporal-mente
toda la plenitud de la Deidad (Colosenses 2:9), entonces para poder cumplir
Mateo 28:19, es obligatorio bautizar a todos en el nombre de Jesús.
Tercero, Dios derramará el don del Espíritu Santo sobre nosotros
así como lo mandó sobre los discípulos, y tendremos la
misma evidencia bíblica - el hablar en otras lenguas. (Véase Hechos
2:4; 10:46; 19:6). Como dijo Jesús, "Y estas señales seguirán
a los que creen: - hablarán nuevas lenguas" (Marcos 16:17). Se necesitan
los tres pasos para cumplir el plan de Dios para la salvación en la Iglesia
del Nuevo Testamento.
Mi corazón está adolorido por aquellos que realmente aman al Señor,
pero por causa del temor o la ignorancia han sido engañados con respeto
a su herencia. ¿Por qué no busca Ud. en las Escrituras para ver
si estas cosas son así o no? Arrodíllese sinceramente para pedir
de Dios el bautismo del Espíritu Santo. Estamos viviendo en el tiempo
de la "lluvia tardía" la cual Dios envía para madurar
la cosecha, porque pronto El vendrá para arrebatar a los que tienen el
mismo Espíritu que levantó a Jesús de entre los muertos.
He aquí ahora es el tiempo para examinarse para ver si está en
la misma fe de los apóstoles.